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Gatos y árbol de Navidad…¡¡No es imposible!!

A los gatos les encanta explorar y escalar por casa, y el árbol de Navidad, con toda la excentricidad que suponen los adornos brillantes y metalizados y las luces parpadeantes de colores, se convierte en todo un personaje al que retar desde su visión gatuna, llegando a atacarlo al menor despiste.

Dos son los principales motivos: Curiosidad y territorialidad.

El árbol ocupa un espacio que hasta el momento no ocupaba, y que además sólo hace por un tiempo limitado al año, y para el gato se trata de una invasión de un espacio que él considera suyo. A su vez, la magia de las luces y los adornos colgantes generan una curiosidad enorme, que aunque empieza con tímidos toquecitos con sus patas la mayoría de las veces termina en una batalla campal.

¿Qué podemos hacer?

Los gatos odian los olores de los cítricos porque su olfato está mucho más desarrollado que el nuestro, les resulta un olor demasiado fuerte y no les gusta nada. Si rociamos algún tipo de colonia o ambientador cítrico sobre nuestro árbol será más sencillo que nuestro gato no quiera ni acercarse a husmear. Rodear la base del árbol con mandarinas puede ayudar a mantenerlos alejados

Utiliza papel de aluminio para tapar los cables o el pie del árbol (si no es un abeto natural). A los gatos les da dentera el sonido del papel de aluminio con sus dientes y sus garras, por lo que no lo morderán ni arañarán la zona recubierta con este material.

En cualquier caso, paciencia, solo son unos días y nuestros mininos volverán a buscar otro entretenimiento menos delicado! 😊😉

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