El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía se celebra cada año el 17 de junio desde que fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1995. Este día se estableció con el objetivo de promocionar la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD o UNCCD por sus siglas en inglés) e informar y concienciar sobre la importancia de este problema medioambiental.
Este año se celebra bajo el lema “Alimentos. Forrajes. Fibras. Producción y Consumo Sostenibles” y pretende resaltar el hecho de que la producción y el consumo no sostenibles son unas de las principales causas de la degradación de suelos y la desertificación.
El crecimiento demográfico, el aumento de los ingresos de la población y el incremento de la población urbana, la mayor demanda de tierra para producir alimentos, forrajes y fibras textiles, provocan un impacto en el consumo y un aumento de la producción.Por ello se busca concienciar a la población de la necesidad de cambiar nuestro estilo de vida y nuestros patrones de consumo para vivir de forma más sostenible y reducir nuestro impacto negativo en los suelos.
En España, casi un 74 % del territorio es susceptible a la desertificación por razones climáticas. Somos un país con unos recursos hídricos limitados y vulnerables al cambio climático. La desertificación supone un daño medioambiental de gran importancia, ocasionando pérdida de biodiversidad; reducción de la capacidad de los ecosistemas (concretamente de los suelos) para almacenar carbono, lo que favorece el cambio climático; o pérdida de ecosistemas naturales de gran valor paisajístico y cultural.
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